miércoles, 26 de junio de 2013

LA CANDELARIA


Nuestro Padre Jesús de la Salud.
En el primer paso camina Jesús cargado con el peso de la Cruz, imagen de gran mérito artístico atribuida tradicionalmente a Pedro Roldán y últimamente con mayor fundamento a Francisco de Ocampo y Felguera, que la ejecutaría a principios del siglo XVII. Es de talla completa y tamaño académico, inferior al natural, con túnica estofada.  


María Santísima de la Candelaria.
Bellísima es la imagen de María Santísima de la Candelaria, esculpida originariamente por Manuel Galiano Delgado en 1924 y remodelada en profundidad por Antonio Dubé de Luque en 1967. 
Guapísima va esta Virgen en su palio todos los Martes Santo ... Increíble. 

miércoles, 19 de junio de 2013

SAN BENITO

 Nuestro padre Jesús en su presentación al Pueblo.
Realizado en madera de cedro por Antonio Castillo Lastrucci en 1928. Representa el pasaje evangélico narrado por el evangelista San Juan (Jn. 19, 4-5): El Redentor de pie, maniatado y vestido con túnica púrpura abierta hasta la cintura, es presentado al pueblo por Pilato tras haber sido azotado y coronado de espinas. Es imagen de talla completa con sudario y viste túnica de terciopelo granate bordada en oro por Carrasquilla en 1965. Luce potencias de oro, platino y pedrería repujadas por Manuel de los Ríos en 1992.
Restauraciones: Antonio Castillo Lastrucci en 1949 y José Rodríguez Rivero-Carrera 1988.

 
 Santísimo Cristo de la Sangre.
Tallado en madera de pino de Flandes por Francisco Buiza Fernández en 1966. El 6 de Marzo de dicho año el Cardenal Bueno Monreal bendijo la imagen, donada a la Hermandad por el entonces hermano mayor Manuel Ponce Jiménez. Representa a Cristo fijado a la Cruz por tres clavos tras su muerte y ya herido por la lanzada. Se observa relajación en sus miembros y abundante sangre en todo su cuerpo. El sudario o paño de pureza ciñe su cintura y se anuda al lado derecho. Su cabeza se inclina hacia la derecha reclinándose sobre el pecho. Posee unas potencias de plata sobredorada labradas por Jesús Domínguez en 1966.
Restauraciones: Juan Manuel Miñarro López en 2000.

Nuestra Señora de la Encarnación.
Dolorosa de candelero para vestir de autor anónimo, realizada en madera de cedro y fechada en el primer tercio del siglo XVII. Inclina su cabeza a la derecha y dirige la mirada hacia abajo, apreciándose en sus mejillas cinco lágrimas de cristal. Sus manos están abiertas, portando un pañuelo en la derecha y un rosario en la izquierda.
Viste saya de terciopelo azul bordada en oro por Fernández y Enríquez en 1990 y manto de terciopelo burdeos bordado en oro por los mismos autores en 1989. Toca de sobremanto en malla de oro, obra de Carrasquilla en 1980. Sobre sus sienes luce corona de oro labrada por Fernando Marmolejo en 1971. En su pecho lleva un puñal de oro obra de Manuel de los Ríos en 1993.
Restauraciones: Sebastián Santos en 1948 y 1952 quien además retalla sus manos en 1953. José Rodríguez Rivero-Carrera en 1984 realizándole también un nuevo candelero.
 

jueves, 13 de junio de 2013

SAN ESTEBAN

 Nuestro Padre Jesús de La Salud y Buen Viaje.

La imagen del Señor, de autor desconocido, reúne las características de estilo de la imaginería de mediados del siglo XVIII, sin embargo, el hecho de que su cabeza sea de barro cocido, mientras que el resto del cuerpo es de madera tallada, hace pensar que éste último se esculpiese para completar el busto que sería de época anterior y cuya ejecución podría fecharse a principios del siglo XVI. Hay autores, por tanto, que defienden la idea de una intervención en dicho siglo XVIII en la imagen ya que está documentada una intervención en el templo, pudiendo aprovecharse ésta para adecuar la imagen al nuevo gusto imperante en la época. Según el profesor don José Roda Peña la escultura puede relacionarse formal y estilísticamente con un Ecce Homo conservado en el convento de Santo Domingo el Antiguo de la ciudad de Toledo y que procede del desaparecido monasterio de Santa María de las Dueñas de Sevilla.
La iconografía de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje nos muestra al Redentor sentado sobre un sitial del pretorio, una vez terminado el suplicio de la flagelación, coronado de espinas, cubierto con una clámide púrpura y entre sus atadas manos, una caña en forma de cetro como atributos de su realeza. Es esta una de las imágenes pasionistas más originales y significativas de las que procesionan en la Semana Santa sevillana, originalidad que le viene dada por una serie de elementos distintivos como el ser la única imagen del Señor que tiene lágrimas de cristal o su mirada fija y entornada que denota una gran concentración interior y finalmente un detalle que puede parecer anacrónico respecto al momento pasional que representa, como es el hecho de que presente esas profundas heridas en las rodillas, que iconográficamente siempre han representado las imágenes cristíferas como consecuencia de las caídas sufridas en el camino hacia el Gólgota, si bien sería posible que se las produjeran posibles caídas durante la flagelación. 

María Santísima, Madre de Los Desamparados.
 Manuel Galiano Delgado fue el autor de la Virgen de los Desamparados, sin embargo la Hermandad no conserva el contrato de su ejecución ni ningún documento de encargo, el único testimonio escrito lo encontramos en la pagina 47 del primer libro de actas de Cabildos de Oficiales donde se dice textualmente “...el escultor Manuel Galiano Delgado se compromete con la Junta Organizadora de la recién fundada Hermandad de San Esteban a tener la obra finalizada a finales de abril de 1927 y con fecha día 20 del mismo mes y año los señores D. Licinio Mediavilla, D. José Muñoz Lara, D. Francisco Comitre y otros... en nombre de la Junta Organizadora de la Hermandad solicitan al cardenal Ilundáin que la bendijera bajo la advocación de «Ntra. Sra. de la Asunción en el Misterio de su Dolor», pero el prelado hispalense con fecha del 2 de mayo contesta que no se puede admitir esta advocación por ser errónea o muy equívoco su significado...”
La imagen se bendijo el 8 de mayo de 1927 en la iglesia del Hospital Central con el nombre de María Santísima Virgen de los Desamparados, esta bendición se lleva a cabo en dicho lugar puesto que la Virgen se encuentra “depositada allí” debido a que la iglesia de San Esteban se encontraba en obras de restauración.
Iconográficamente se trata de una Dolorosa de las llamadas de candelero, realizada en madera de pino.


miércoles, 12 de junio de 2013

EL CERRO DEL ÁGUILA

 Stmo. Cristo del Desamparo y Abandono.
El portentoso Crucificado Titular de esta Hermandad es una imagen de estilo barroco, datada en el primer tercio del siglo XVII y de autor anónimo, aunque reiteradamente atribuida al círculo del insigne escultor Francisco de Ocampo.

Tallado en madera de cedro, y con una altura de 1’92 m., presenta algunos rasgos formales que invitarían a situar su hechura en un período de tránsito entre el manierismo final y comienzos del primer barroco: el tratamiento de las piernas especialmente alargadas en la zona tibial para provocar una mayor sensación de estilización y una cabeza de dimensiones pequeñas, junto a un estudio delicado pero no excesivamente detallado del pelo y la barba.

Según el profesor Juan Manuel Miñarro López “uno de los aspectos más interesantes y a la vez significativos de esta imagen es su morfología" ,ya que “presenta un estudio anatómico pormenorizado. Músculos bien definidos, miembros alargados, caja torácica sobredimensionada y una cabeza realmente pequeña con respecto a las dimensiones generales del Cristo, que utiliza un canon de proporciones de nueve cabezas y media”, aunque “en el conjunto de la escultura resulta original y le otorga cierto carácter distintivo”, constituyendo uno de sus más significativos detalles el hundimiento de la cabeza en el pecho. Siguiendo con este análisis morfológico, la imagen presenta una de sus “características más relevantes” en “la fisonomía y los rasgos del rostro”, que cae sobre el lado derecho del pecho, y que presenta “facciones extraordinariamente rejuvenecidas, nariz recta y pequeña, ojos profundos y semicerrados, barba escasa y poco dibujada, cejas finas y rectas, pómulos apenas marcados y una boca muy pequeña…". Es posible percibir en la talla el tono muscular propio del primer estadio posterior a la muerte, con laxitud post mortem y un pronunciado señalamiento muscular del tórax. Presenta corona de espinas, de una sola pieza con la talla, y los pies están clavados con un solo clavo, el derecho sobre el izquierdo. En cuanto al sudario, de tipo cordífero y evidente influencia mesina, es amplio y de pliegues ampulosos, recogiéndose en la parte superior del lado derecho y dejando al descubierto la cadera de ese lado.
 
 Nuestra Señora de Los Dolores.

Se trata "indudablemente, de una de las dolorosas más afortunadas de cuantas tuvo ocasión de esculpir Sebastián Santos en el transcurso de su carrera artística. La interpretación del rostro mariano supone todo un acierto de finura expresiva, empleando una serie de recursos formales encaminados a potenciar un sentido más naturalista del dolor: la ligera elevación de las cejas, los grandes ojos de penetrante y conmovedora mirada, las siete lágrimas que se derraman por las mejillas, la dilatación de las aletas nasales y los labios entreabiertos que dejan escapar un triste sollozo" . En este mismo sentido, afirma el profesor Juan Manuel Miñarro que la imagen posee "una belleza natural tremendamente personal y expresiva" así como que el "principal rasgo de personalidad de la imagen lo expresa en la nariz y la languidez de los ojos" .

Por otro lado, "aunque sigue las características propias del sello personal de Sebastián Santos, en su conjunto resulta una obra algo diferente. Su bellísimo rostro presenta los labios un poco más entreabiertos de lo habitual y la nariz de proporciones algo superior al resto de sus obras." Como se ha dicho anteriormente, de sus expresivos ojos marrones se derraman siete lágrimas "cuatro por la mejilla derecha y tres por la izquierda, curiosamente vemos cómo una de las lágrimas se sitúa en la comisura de la boca, ubicación que se repetirá en numerosas imágenes."

Además, un "aspecto que le da una singularidad especial a esta efigie es el tratamiento anatómico pormenorizado del cuello" que "permite adivinar la tensión emocional del momento, así como el quiebro arqueado de los estilizados dedos de sus manos" . También "la encarnadura, de cálidas tonalidades, contribuye a matizar y subrayar los incuestionables valores del modelado" .

La imagen de la Señora ha sido restaurada por Juan Manuel Miñarro en dos ocasiones: en 1985, en la que se le aplicó un tratamiento de fijación en la policromía y se sustituyeron las pestañas y las lágrimas; y, más levemente, en 1993.

martes, 11 de junio de 2013

TERMINAMOS CON EL LUNES SANTO, ESTA TARDE, EMPEZAREMOS CON EL MARTES SANTO.
Gracias por todas las visitas que habéis hecho a las cofradías del Lunes Santo, en concreto a mi Blog, y espero que sigáis entrando y me alegro de que os guste, ¡Un Saludo amigos Cofrades!

viernes, 7 de junio de 2013

ENTRADA MULTIMEDIA.

Aquí os dejo unos vídeos de las mejores campanas de las Hermandades de las Hermandades del Domingo de Ramos y el Lunes Santo.
Nuestro Padre Jesús de Las Penas.


Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder.


Santísimo Cristo de Las Aguas.


María Santísima de Guadalupe.

Y terminamos esta entrada multimedia con una imagen desastrosa... Como es la Campana 2013 de Nuestro Padre Jesús Despojado.
Jesús Despojado en Campana 2013.
EL MUSEO

Cristo de la Expiración.
 Es una talla de estilo manierista realizada en pasta de madera.Su autor es Marco de Cabrera y la realizó en 1575.
Se conoce que la Hermandad contactó con dicho escultor la realización de la obra el 7 de Diciembre de 1575, concertándoles la entrega del crucificado para el día de la Pascua de Navidad de ese mismo año.
Entre las muchas leyendas que hay sobre la hechura del crucificado, resalta aquella que dice, que aquellos hermanos que contactaron con Marco de Cabrera la realización del Cristo Expirante, lo hicieron con la condición de que si la obra les gustaba a aquellos, los moldes con los que se hicieron el crucificado serían desechados en el río Guadalquivir, para que dicha obra no fuera duplicada.

Virgen de Las Aguas.
María Santísima de Las Aguas es una obra realidad por Cristóbal Ramos en 1772, imagen de candelero que fue concebida para que fuera arrodillada delante del Cristo con las manos entrelazadas, con la posición conocida como el Stabat Mater.
El rostro de la Dolorosa está realizado en terracota, es la única Virgen Dolorosa sevillana de dicha materia que sale en procesión durante la Semana Santa.


Vídeo del Cristo del Museo en Campana 2013.


Salida de La Virgen De Las Aguas 2013.

miércoles, 5 de junio de 2013

LAS AGUAS 
 Santísimo Cristo de Las Aguas.
La imagen del Santísimo Cristo de las Aguas fue realizada por Antonio Illanes en el año 1940. Este Crucificado vino a sustituir al anterior Titular de la Hermandad, obra también del mismo imaginero, y que desapareció en el incendio que sufrió la capilla que la Hermandad poseía en la parroquia de San Jacinto la noche del 29 de octubre de 1942.
Tras el incendio, Antonio Illanes, que en ese momento ostentaba el cargo de Hermano Mayor de la Hermandad, se hizo cargo rápidamente de la sustitución de la imagen y tan sólo unos días después del suceso se firmó el contrato para la adquisición de este Crucificado con el que el artista había sido galardonado dos años antes con el Primer Premio de la Exposición Nacional de Arte Sagrado.
Illanes realizó en este Crucificado una de sus obras más singulares, en la que combinó la tradición de la imaginería barroca sevillana con ciertas aportaciones propias más contemporáneas, entre las que habría que destacar, por desaparecida, la presencia de una cruz plana como patíbulo de Cristo y no la arbórea en la que aparece actualmente.
>Es una talla de Cristo clavado en la cruz por cuatro clavos, siguiendo las revelaciones de Santa Brígida, aunque tiene la particularidad de que sus piernas no se cruzan, como es más habitual en este tipo de representaciones, si no que se muestran en disposición paralela.
Desde el punto de vista estilístico, la imagen muestra claras influencias de los Crucificados de Juan de Mesa, sobre todo en el sudario, anudado en el lado derecho, aunque el autor no intentó realizar una mímesis de las tallas del siglo XVII, incorporando algunos rasgos propios más contemporáneos como el modelado más suave, el volumen en el paño de pureza y el realismo en el rostro, lo que confiere a la obra una gran personalidad.
Sin duda, destaca la portentosa cabeza del Crucificado, realizada con la intención de portar corona de espinas, aunque nunca la llevó, y la fuerza expresiva de su rostro, con los ojos semicerrados y sin vida, y la boca abierta, que permite la contemplación del tratamiento de los dientes y la lengua.
Ha sido restaurada por Francisco Pélaez del Espino en 1980 y por Enrique Gutiérrez Carrasquilla en 2008.
 Este paso de misterio representa la escena cuando un ángel recoge en un cáliz de oro, la sangre que cae del costado de Cristo Nuestro Señor.


María Santísima de Guadalupe.
La imagen de María Santísima de Guadalupe fue realizada en 1965 por Luis Álvarez Duarte, siendo considerada como su gran ópera prima.
Fue adquirida por la Hermandad un año después y bendecida el 19 de febrero de 1967 en la parroquia de San Bartolomé por su párroco D. Salvador Díaz Luque.
Tallada en madera de ciprés, responde al modelo de la Dolorosa sevillana, de gran belleza, en la que destacan sus rasgos juveniles y la expresión de su mirada. Con esta imagen Álvarez Duarte realizó una aportación muy personal a la imaginería sevillana y que ha influido notablemente tanto en su producción como en la del resto de escultores actuales.
En 1981 su autor le sustituyó el candelero, tallándole unas nuevas manos y en 2010 ha intervenido nuevamente sobre la imagen a la que ha sometido a una limpieza, gracias a la cual ha recuperado las tonalidades claras de su encarnadura.
La Virgen de Guadalupe realizó su primera salida procesional el Lunes Santo de 1969.

  
Nuestra Señora y Madre del Mayor Dolor.
La autoría de la imagen de la Virgen del Mayor Dolor podemos calificarla, al menos, de controvertida. La Hermandad daba culto desde sus orígenes en Triana a una Dolorosa atribuida a José Montes de Oca y que desapareció en el incendio ocurrido en la iglesia de San Jacinto en 1942. Dos años después, concretamente el 30 de Julio de 1944, se contrató con José Romero Morillo la ejecución de una nueva imagen.
Sin embargo, la personalidad del autor, un ceramista trianero poco conocido, los rasgos estilísticos de la imagen, relacionados íntimamente con el estilo de Montes de Oca, y las investigaciones llevadas a cabo durante dos de las restauraciones a las que ha sido sometida la imagen, junto al dato que nos ofrece una carta enviada por la Hermandad al Cardenal Arzobispo de Sevilla, comunicándole el incendio en la que se señala que, junto con los restos del fuego, han aparecido carbonizados el candelero y la cabeza de la Virgen, han puesto en duda tradicionalmente la autoría de Romero Morillo, aunque no su intervención en la obra.
El primer documento que se conserva, además del contrato firmado entre la Hermandad y el artista, es un recibo de éste, fechado en Octubre de 1944, en el que informa que la Virgen ha sido realizada en madera de caoba en la calle Pontevedra nº 8. El 18 de Marzo del año siguiente es bendecida en la iglesia del Colegio del Protectorado de la Infancia de Triana.
Varios años después, en 1953, Antonio Eslava encarnó el rostro y las manos de la Dolorosa y le realizó un nuevo candelero.
En 1965 la imagen también sufrió otra intervención en esta ocasión por parte del escultor Juan Abascal oscureciéndole el rostro.
Un nuevo dato, de gran interés, nos lo ofrece un Inventario realizado por la Hermandad en el año 1958, donde se señala que la imagen de la Virgen del Mayor Dolor es obra de José Romero y que fue dirigida y sacada de punto por Antonio Eslava, versión ésta que es la más difundida tradicionalmente entre los hermanos de esta corporación y la más lógica al tener en cuenta la formación como ceramista de Romero Morillo, quien pudiera haber realizado tan sólo el modelo en barro.
Pero las dudas sobre la autoría de la imagen aumentaron cuando durante su restauración en 1981, Francisco Peláez del Espino estima que se trata de una talla de mayor antigüedad, opinión que confirma el escultor y restaurador José Manuel Bonilla, quien en el año 1991 interviene sobre la Dolorosa y le realiza un nuevo cuerpo, sometiéndole también a una limpieza de su policromía. Es ahora cuando se aprecian en la parte trasera del busto restos de madera carbonizada y la división de la cabellera en dos partes claramente diferenciadas y presumiblemente de distinta mano, loque unido a la utilización de cola animal en los ensambles, hace pensar al restaurador que la actual imagen es la primitiva de Montes de Oca, versión aceptada también por el investigador Antonio Torrejón Díaz en su estudio sobre el escultor dieciochesco.
Las últimas investigaciones llevadas a cabo por Luis Chamorro García y las tesis de Luis Álvarez Duarte, que ha restaurado la imagen entre 2011 y 2012, avalan la teoría, ya conocida, que fue José Romero Morillo quien modeló en barro el busto de la Dolorosa y posteriormente Antonio Eslava la talló en madera mediante la técnica del sacado de puntos.
Desde el punto de vista estilístico, la imagen responde al modelo de Dolorosa madura, de estética barroca, y que muestra un profundo dolor, remarcado por la pronunciación del entrecejo, la boca entreabierta y la mirada baja.


Increíble esta imagen ... Me enorgullece pertenecer a esta Hermandad.

 Fina y blanca cara, bellos y marrones ojos, y un nombre, Guadalupe.

martes, 4 de junio de 2013

LAS PENAS
 Nuestro Padre Jesús de Las Penas.
La imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, está realizada en madera de cedro,  de autor desconocido, toda tallada y representa el pasaje de una de sus Caídas, cuando iba camino del Calvario, llevando sobre el hombro izquierdo, la pesada Cruz de nuestros pecados.
Desde el punto de vista artístico, mide 1,34 metros desde la cabeza al talón; su mano derecha se apoya en el suelo en un intento de levantarse; la cabeza la tiene vuelta hacia este mismo lado, con la mirada fija al frente y con corona de espinas tallada en la misma pieza de la escultura, abrazando la Cruz con la mano izquierda.
La talla, derivada de las creaciones de Roldán, hace gala de una estética barroca más avanzada, más preocupada por acentuar la belleza de rasgos y proporciones que por resaltar aspectos monumentales. Es, por tanto, obra inmediatamente posterior a la irrupción de Roldán en el panorama artístico sevillano. Se circunscribe, pues, al ámbito de los colaboradores y herederos del maestro.


María Santísima de Los Dolores.
La imagen de la Virgen de los Dolores procede de una Esclavitud de Siervos de María que ya existía en el siglo XVIII (1718) en la Parroquia de San Vicente. Se situaba en un retablo del lado derecho de la Capilla Sacramental. Su propia advocación alude a la Virgen como Corredentora del género humano, ya que en su corazón purísimo sufrió los dolores que su Divino Hijo padeció para redimir al hombre. Alejandro Guichot en 1925, atribuyó esta Dolorosa a Blas Molner (fines del siglo XVIII), discípulo de Cristóbal Ramos.
Juan Carrero estima que dicha atribución no tiene consistencia, pues por comparaciones de obras del escultor valenciano, existe una diferenciación de su tipología como se puede apreciar en la documentada de Nuestra Señora de las Angustias, del Convento Madre de Dios, de Lucena (Córdoba) (1799), o en la Virgen de la Soledad, de una colección particular de Morón de la Frontera, que tiene en la espalda una inscripción indicando que la hizo dicho imaginero. Se puede fijar, desde luego, como obra anónima (siglo XVIII). Sería interesante seguir una pista que da González de León sobre una obra de Blas Molner procedente de la iglesia de San Miguel y que pudiera tener relación con esta imagen. Otra pista es la gaditana, ya que la Virgen del Mayor Dolor (de la hermandad del Cristo de la Buena Muerte) de la iglesia de San Agustín de Cádiz recuerda en todos sus rasgos y mirada a la de nuestra Hermandad, como asimismo son semejantes las manos que posee. Puede que las dos las labrase el mismo escultor, tal vez un escultor italiano.

lunes, 3 de junio de 2013

SAN GONZALO

 Nuestro Señor en su Soberano Poder. 
En febrero de 1975, es bendecida, 18 de febrero, la cabeza que el imaginero Luis Ortega Bru había realizado para sustituir a la anterior de Castillo Lastrucci. La obra presentaba una encarnadura clara y un color sorprendente en cabellera y barba. Se conoce que el modelo seguido por el escultor era su hijo José Onésimo. La testa fue ubicada en el cuerpo de la anterior imagen de castillo Lastrucci, que no desmerecía nada de belleza y expresividad aunque la disposición física era muy diferente a la actual.
La imagen presenta una cabeza inclinada hacia abajo y hacia la izquierda siguiendo la composición del misterio actual. Las facciones son marcada y proporcionadas armónicamente, la boca abierta que deja ver parte de los dientes, marcando con realismo la acción de hablar.
Tiene una actitud física valiente, casi atrevida, que se aleja de la concepción clásica de las imágenes de Cristo cautivo. No es el cuerpo de un nazareno aunque su pierna derecha se flexiona hacia adelante y la izquierda se apoya sobre los dedos del pie. El tronco de potentes formas presenta una continuidad con la disposición de las piernas para continuar el gesto expresivo de la cabeza.

La obra está tallada en madera de pino, posiblemente de Flandes, la policromía es oleo, con veladuras de acuarela y barnices.

Nuestra Señora de La Salud.
La imagen de la virgen actual es obra del imaginero Luis Ortega Bru siendo la única dolorosa de Luis Ortega Bru que procesiona en la Semana Santa Sevillana.
Muy comentado por varios autores ha sido que el modelo seguido por el escultor fue su esposa Carmen León Ortega. La imagen presenta rasgos y detalles típicos del artista como son el tallado minucioso en las orejas y los golpes de gubia en su cabellera. La imagen de 1,74 mts. y candelero de vestir, tiene un ligero movimiento casi imperceptible para muchos. Destacan sus ojos tallados y pintados, sus cejas son largas y pobladas, recorren el rostro cinco lagrimas, tres en la derecha y dos en la izquierda. La nariz es proporcionada y bien modelada, los labios carnosos propios de las obras de Ortega Bru. La encarnadura es pálida resaltando la belleza y la personalidad de la imagen. Las manos son del artista Antonio Eslava, 1968, salvadas del incendio de la Parroquia en 1977. 

 Increíble imagen ... 
"Como quiere Triana a su Soberano".

domingo, 2 de junio de 2013

SANTA MARTA 

 
El paso de Misterio de la Hermandad de Santa Marta es uno de los Misterios más bellos de la Semana Santa. Representa el momento que Jesús es trasladado al sepulcro por José de Arimatea y Nicodemo, en presencia de San Juan Evangelista, las Tres Marías, Santa Marta y la Virgen de las Penas. Las imágenes son todas de Luís ortega Bru, excepto Santa Marta y Nuestra Señora de Las Penas. Es un paso para no perder pizca de detalle y son esos detalles los que les traigo en mi más buena medida. 
Gran misterio que me tiene enamorado por sus detalles, como esa única rosa roja que en el paso de misterio, está situada en la derecha de el Santísimo Cristo de la Caridad.

sábado, 1 de junio de 2013

SANTA GENOVEVA

 Nuestro Padre Jesús Cautivo.
La iconografía hace referencia al Evangelio de San Mateo, en el que se expresa el abandono que Jesús sufre por parte de sus discípulos tras haber sido delatado por Judas y apresado en Getsemaní, y no a la tradicional advocación trinitaria de Jesús Cautivo y Rescatado.
Se trata de una bellísima talla, que mantiene la esencia de la escuela sevillana y en la que percibimos el estilo del autor, en el que predominan el modelado, la calidez de la carnación y policromía y la valiente expresividad: la cautividad se hace patente en el ramillete de finos dedos que se ofrecen atados al fiel, y el abandono en el soberbio rostro de la imagen. El dolor del abandono de los más próximos se refleja en una mirada intensa, dulce y baja, en una cabeza levemente inclinada a la derecha y en una boca suavemente entreabierta, que parece querer hablarnos y pedirnos ayuda. Es un rostro de resignación, no de rechazo, sino de aceptación y compromiso. Estos rasgos son más destacados si observamos que todo en él es dulzura: la cara, las articulaciones de manos y pies, la policromía, e incluso la ondulada melena y la afilada barba. 
 
 Nuestra Señora de las Mercedes.
La imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, también realizada porJosé Paz Vélez, en 1956, pertenece al más puro arquetipo de Virgen Dolorosa de la imaginería sevillana, esto es: imagen de candelero, para vestir, talladas en madera la mascarilla y las manos, con algunos postizos en la cabeza (ojos y lágrimas de cristal, pestañas y cabellos), y en actitud oferente, puesto que es la Virgen Madre que ofrece a su Hijo, por quien es precedida, tomando su advocación de la Orden Mercedaria.
Al igual que en la imagen de Jesús Cautivo, la cabeza está levemente inclinada a la derecha, logrando con este hecho perder rigidez y dulcificar un tanto su postura erguida. El bello rostro es pequeño y ovalado, permitiendo de este modo, que la boca sea pequeña y haciéndonos centrar nuestra atención en la misma, que aparece entreabierta y muy perfilada, marcando las comisuras, como si estuviese tomando aire para respirar, matiz que queda más marcado aún con los orificios de la afilada nariz y el hueco finalmente hundido que aparece entre los tendones en la base del cuello. Su perfil nos ofrece una barbilla pequeña y unos pómulos redondeados y sonrosados. Es un rostro de formas suaves, rasgo que procede de una técnica escultórica en la que predomina el modelado en la talla, por lo que la dulzura y suavidad de sus rasgos fisonómicos son un hecho constatado.